Cuando todo esté dicho y hecho, cada uno de nosotros dejará solo cuatro cosas:

Memorias, pensamientos que otros tienen de nosotros.

Recuerdos, pruebas de nuestra existencia.

Trofeos, registros de nuestros logros.

Legados, todo lo que uno es y posee hoy.

Eventualmente, las memorias se desvanecerán y los recuerdos y trofeos se perderán, serán robados o vendidos en remates. Solo el legado permanecerá.

Indudablemente, preparar un buen legado requerirá tiempo y dinero, pero ¡no permita que eso lo detenga!

Su legado también involucrará todo lo que hace, dice, piensa y planea.

En Las 25 llaves de un buen legado aprenda las claves importantes para:

cumplir su palabra

ser una persona de integridad

sonreír a la vida y vivir libre de preocupaciones

hacer, mantener y dar su riqueza

conocer a Dios de manera personal

dirigirse a otros mirándolos a los ojos

Cualquiera sea su pasado, el mañana es su futuro.

Cuando vive pensando en el futuro, siente como que vive para alguien más.

Y en realidad, es así.

Ese es su legado.

Si tiene miles de libros en su biblioteca y no tiene este, considere su biblioteca ¡vacía!

Este es un libro que hay que leer.

­Ken Blanchard, autor de El ejecutivo al minuto